Las personas que sufren bulimia son mucho más impulsivas que las anoréxicas. El trastorno también comienza con una dieta, pero no pueden tolerar- la, hay que ser muy fuerte para soportar el hambre (las anoréxicas saben que cuando crucen el umbral del hambre vendrá la recompensa). Pero las chicas con bulimia no son capaces de tolerar el sufrimiento y empiezan a comer compulsivamente. Otras veces se ponen un objetivo, por ejemplo, solo voy a comer una loncha de jamón york, y si comen una más se sienten defectuosas y se dan un atracón.

Se dan atracones de comida (a veces dulces, otros salados, a menudo de los dos). El alimento que constituye el atracón será el que más se prohíban, mientras mayor haya sido la restricción, más grande será la ingesta compulsiva.

Comer compulsivamente (sobre todo si se tiene hambre), produce un esta- do hipnótico, un trance en el que no se siente nada, los sentidos se adormecen y la ansiedad desaparece. Cuando se dan el atracón, el tiempo se detiene y están solas sin nada más que importe más allá de la comida.

Una vez que se han saciado, empiezan los remordimientos y la culpa, una voz en su cabeza empezará a acusarlas de darse asco, que no son capaces de nada. La comida en su barriga se convertirá en algo que no podrán tolerar, en una cosa que deben expulsar y vendrá el vómito. Después de que esto ocurra algunas veces serán adictas a este ciclo de atracones-purgas