Hay personas que psicológicamente viven al límite de todo. Son incapaces de regularse emocionalmente. Pasan de un estado de tristeza a alegría sin saber porque o tienen miedo de estar solos y al mismo tiempo no quieren estar con nadie, o tienen la necesidad de hacerse daño o acabar con todo.
En la mayoría de los casos esto ocurre por situaciones traumáticas o dolorosas que ocurrieron en la infancia. Pueden ser abusos sexuales, violencia en el hogar, abandono o muerte de seres queridos o sensación de vacio y soledad durante la infancia.
Muchas veces las personas con este trastorno usan drogas, personas, rituales u obsesiones para poder escapar del dolor que sienten dentro y que no saben cómo controlar.
Los síntomas para diagnosticar a una persona que sufre de TLP son:
El Trastorno límite de personalidad si bien es una enfermedad grave y que causa mucho sufrimiento se puede curar pero exige mucho compromiso del paciente con la terapia y mucha confianza en la persona que la va a ayudar. Algo muy difícil para alguien que desde muy pronto aprendió que no podía confiar en nadie.
Se trata de curar las heridas emocionales y ayudar a vivir el mundo de una forma equilibrada y sana.